¿Qué puede aportarme una instalación domótica? Parte III: Ahorro energético en iluminación

En el artículo de hoy os traemos la parte III de la sección "¿Qué puede aportarme una instalación domótica?" que trata sobre el ahorro energético en iluminación

Desde siempre se ha usado el ahorro energético como uno de los grandes argumentos para la instalación de un sistema de control domótico. Sin embargo, en la mayoría de las ocasiones se olvida comentar dónde y como se consigue ese ahorro. El primer sistema donde puede conseguirse optimizar el consumo es en la iluminación. La iluminación supone una parte muy importante del consumo de cualquier edificio.

Bases para comprender el ahorro energético en iluminación

1. Regulaciones: Colocar reguladores que ajusten la intensidad de la luz a la necesaria en cada momento es una inversión muy rápidamente amortizable. Es evidente que una lámpara encendida al 70% de su potencia está consumido un 30% menos. Lo curioso es que el ojo humano prácticamente no es capaz de detectar la diferencia entre la luz emitida al 70% y al 100%.
2. Detectores de movimiento: Este es quizás el aspecto más extendido en locales comerciales y hoteles. En viviendas sin embargo es menos común pero puede ser igual de útil. Pasillos, aseos, despensas, trasteros, vestidores, … son estancias donde un detector de movimiento aporta confort, ahorra mecanismos y sobre ahorra consumo evitando los tan comunes olvidos de apagar la luz.
3. Programaciones horarias: Para que la iluminación exterior esté solo encendida el tiempo necesario es fundamental controlar horariamente la misma. Haremos programaciones de verano/invierno o basadas en un sensor crepúscular. Una vez hecho esto, nos podemos olvidar de la misma.
4. Persianas/Cortinas motorizadas: Estos elementos son los que nos permiten controlar la iluminación exterior en las estancias. Su programación también nos permite optimizar el uso de la iluminación artificial.
5. Medidores de consumo: El primer paso para ahorrar en consumo es conocer cuál es.

En resumen, un sistema de control puede hacernos ahorrar entre un 20 y 40% de nuestro consumo energético en iluminación. Este ahorro permite amortizar pronto la inversión realizada y hacerla rentable a los pocos meses.